Origen de las cláusulas hipotecarias abusivas.

En España, la adquisición de una vivienda es una de las mayores inversiones que puede realizar una persona en su vida. La mayoría de las personas no tienen la capacidad financiera para comprar una propiedad de una sola vez, por lo que recurren a un préstamo hipotecario para hacer realidad su sueño de tener una casa. Sin embargo, en ocasiones, los bancos incluyen en los contratos de préstamo cláusulas hipotecarias abusivas que perjudican gravemente a los consumidores.

En este artículo, vamos a explorar las cláusulas hipotecarias abusivas desde un punto de vista jurídico en España. Explicaremos qué son las cláusulas hipotecarias abusivas y cómo afectan a los consumidores, así como los derechos y protecciones legales de los consumidores en estos casos.

¿Qué son las cláusulas hipotecarias abusivas?

Las cláusulas hipotecarias abusivas son aquellas que imponen al consumidor una carga excesiva, que alteran el equilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes en perjuicio del consumidor o que limitan los derechos del consumidor de manera injustificada. Estas cláusulas hipotecarias abusivas pueden estar presentes en contratos de préstamos hipotecarios y afectar a diferentes aspectos del contrato.

Entre las cláusulas hipotecarias abusivas más comunes en España se encuentran las siguientes:

  • Cláusula de gastos de formalización de la hipoteca: Esta cláusula establece que el consumidor debe pagar todos los gastos relacionados con la formalización de la hipoteca, como el notario, el registro de la propiedad, la gestoría, etc. En realidad, estos gastos deberían ser compartidos entre el banco y el consumidor.
  • Cláusula suelo: Esta cláusula establece un interés mínimo que el consumidor debe pagar, independientemente de las fluctuaciones del mercado. De esta manera, aunque el Euríbor (tipo de interés de referencia para las hipotecas) baje, el consumidor seguirá pagando una cantidad fija que no se corresponde con la realidad del mercado.
  • Cláusula de vencimiento anticipado: Esta cláusula permite al banco resolver el contrato y exigir el pago total del préstamo si el consumidor deja de pagar una sola cuota. De esta manera, el banco puede iniciar un proceso de ejecución hipotecaria, lo que significa que el consumidor puede perder su casa.
  • La cláusula de comisión de apertura: es una cláusula que se incluye en algunos contratos de préstamo hipotecario, y que establece que el consumidor debe pagar una cantidad de dinero al banco en concepto de comisión por la apertura del préstamo. Esta comisión puede ser un porcentaje del capital prestado, y puede oscilar entre el 0,5% y el 2% en la mayoría de los casos. Por lo tanto, si un consumidor pide un préstamo hipotecario de 200.000 euros y la comisión de apertura es del 1%, deberá pagar al banco 2.000 euros en concepto de comisión de apertura.
  • Cláusula de interés de demora: Esta cláusula establece un interés que se aplica en caso de retraso en el pago de una cuota. En algunos casos, este interés puede ser muy elevado y generar una deuda impagable para el consumidor.
  • Cláusula de redondeo al alza: Esta cláusula establece que el interés se redondea siempre al alza, lo que significa que el consumidor siempre paga más intereses de lo que debería.

¿Cómo afectan las cláusulas hipotecarias abusivas a los consumidores?

Las cláusulas hipotecarias abusivas afectan gravemente a los consumidores, ya que les impiden negociar de manera justa y equilibrada con el banco y les someten a cargas y obligaciones excesivas. Además, estas cláusulas pueden generar una deuda impagable para el consumidor, lo que puede provocar que pierda su casa y tenga graves consecuencias económicas y emocionales.

Por ejemplo, la cláusula suelo impide que el consumidor se beneficie de las bajadas del Euríbor, lo que significa que estará pagando más intereses de lo que debería. Esta situación puede provocar una sobrecarga financiera para el consumidor y dificultades para llegar a fin de mes.

Por otro lado, la cláusula de vencimiento anticipado permite al banco resolver el contrato y exigir el pago total del préstamo si el consumidor deja de pagar una sola cuota. Esta cláusula puede generar una gran inseguridad para el consumidor, ya que sabe que está en riesgo de perder su casa en cualquier momento.

Además, la cláusula de interés de demora y la cláusula de redondeo al alza aumentan aún más la carga financiera para el consumidor, lo que puede provocar que la deuda sea impagable y que el consumidor pierda su casa.

La cláusula de gastos de formalización de la hipoteca impone al consumidor unos gastos que deberían ser compartidos entre el banco y el consumidor. Esta cláusula es injusta y perjudica gravemente a los consumidores.

La comisión de apertura se justifica por los gastos en los que incurre el banco para la formalización del préstamo, como pueden ser los gastos de notaría, gestoría, registro, etc. Sin embargo, estas comisiones pueden ser abusivas y desproporcionadas, ya que el banco no suele detallar claramente cuáles son los gastos que justifican la comisión de apertura.

Además, en algunos casos, los bancos aplican la comisión de apertura incluso cuando el préstamo no se ha llegado a formalizar. El consumidor puede reclamar su nulidad y exigir la devolución de las cantidades pagadas en exceso. Además, el Tribunal Supremo ha establecido que la comisión de apertura debe estar vinculada a un servicio efectivamente prestado, y que el banco debe informar de manera clara y transparente sobre los gastos que justifican esta comisión.

¿Qué derechos y protecciones legales tienen los consumidores frente a las cláusulas hipotecarias abusivas?

En España, los consumidores están protegidos por diferentes normativas que les permiten hacer frente a las cláusulas hipotecarias abusivas y reclamar sus derechos. Entre estas normativas destacan las siguientes:

  • Ley de Consumidores y Usuarios: Esta ley establece la obligación de los bancos de informar de manera clara y transparente a los consumidores sobre las condiciones del préstamo hipotecario. Además, esta ley establece la protección de los consumidores frente a cláusulas abusivas.
  • Ley de Condiciones Generales de la Contratación: Esta ley establece la obligación de los bancos de informar a los consumidores sobre las condiciones generales del contrato de préstamo hipotecario. Además, esta ley establece la protección de los consumidores frente a cláusulas abusivas.
  • Ley de Enjuiciamiento Civil: Esta ley establece los procedimientos judiciales que los consumidores pueden seguir para hacer frente a las cláusulas hipotecarias abusivas. En caso de que se considere que una cláusula es abusiva, el consumidor puede reclamar su nulidad y exigir la devolución de las cantidades pagadas en exceso.
  • Jurisprudencia del Tribunal Supremo: El Tribunal Supremo ha establecido diferentes criterios para determinar la abusividad de las cláusulas hipotecarias, lo que permite a los consumidores conocer mejor sus derechos y reclamar su protección.

Conclusiones

Las cláusulas hipotecarias abusivas son un problema grave en España, ya que afectan gravemente a los consumidores y les impiden negociar de manera justa y equilibrada con los bancos. Sin embargo, los consumidores están protegidos por diferentes normativas que les permiten hacer frente a las cláusulas abusivas y reclamar sus derechos.

Es importante que los consumidores estén informados sobre sus derechos y que sepan que pueden reclamar la protección de la ley en caso de que se encuentren con cláusulas hipotecarias abusivas. No dude en ponerse en contacto con nosotros para asesorarle correctamente sobre las cláusulas de su hipoteca, las consecuencias económicas pueden ser muy altas.